El Marcu de la Collá ¿o será una ventana?

NO VENIMOS PA ESTAMOS
El Marcu de la Collá Carmona ¿o será una ventana? En los paisajes de Cantabria a veces te encuentras con objetos extraños, unas veces identificados y otras no, otras veces protestados o vetados por una parte de la ciudadanía que no está a favor de poner cualquier cosa en cualquier sitio y otras, como en el caso que hoy me ocupa, lo ves como si hubiese caído del cielo y hubiese quedado anclado en tierra de nadie. ¿Tengo un dilema? No sé si estará bien o mal, a mí ni me molesta, pero no sé qué fin tiene, sé que no soy un gran entendido de arte, a veces cuando voy a una exposición me pierdo y creo que no se interpretar el arte del artista y no me siento bien, creo soy un inculto. Y ya cuando subo a la Collá y me encuentro este marco ubicado en pleno monte, justo al lado de la pista y bien a la vista de los automovilistas, la sorpresa es mayor -ahora solo faltaría un aparcamiento para los curiosos-. Hoy todo cambia, la intención de colocar aquí, justo aquí el marco, sólo la sabe el que hace ese cambio. Lo veo cuando desde la ría de allá, aunque la verdad, estoy en el Valle, ya que Carmona pertenece al ayuntamiento de Cabuérniga, hace un rato crucé la Asomá del Ribero, que desde allí se ve Carmona, la flor de los albarqueros. Y ahora veo en plena Collá, un enorme marco plantado en la subida y bajada del ganado, me acerco, abro la portilla, espero que la curiosidad no mate al gato, o sea, a este minino que siempre le pica lo nuevo y me acerco y subo al marco y paso del oeste al este y viceversa, un rato veo Picos y otro el Valle, con la Miña en lo alto y Terán, ahí abajo. Giró alrededor del marco, he incluso me meto dentro, programo un selfie y espero el disparo. Salgo y entro del cuadro, es como si quisiese entrar en otro mundo, salir de esta dimensión en la que estoy metido, salto hacia un lado y nada, el oeste de la collada, salto hacia el otro lado y nada nuevo, sigo viendo más collada. Me siento un rato y pienso: que dirá el ganadero cuando pase por aquí con su ganado hacia los puertos, pensará en pasar por el marco las vacas y hacerlas una foto, como hacemos quienes paramos, alzamos la vista y nos hacemos la foto, ya que estamos aquí, quien tornará esto. He visto cosas que ni os imaginaríais, tallas de corzos, de escudos de piedra en casas con los apellidos del dúo, de vacas, de bolos, en Carmona de albarcas, en Teruel y Asturias he visto Dinosaurios, un banco gigante en Torrelavega, que para subirte a él y sentarte necesitas otro banco, de gentes e incluso una -en Polaciones- que decían se parece al presidente Revilla, recientemente un banco y un limonuco en Novales y cada una que veo me paro y en me pregunto ¿para qué valdrá, será reivindicativo, o simplemente trabajo de artista? Pongo los pies en el suelo, alguien me pita, oh, no recordaba que me estaban esperando. La vida sigue igual, sólo con un marco verde, que se ha colocado aquí en el territorio del sarruján de Carmona, donde iniciaban su camino a Sejos. ¿para qué? Me sigo preguntando y yo le diría: querido amigo, “pa” fotografiarnos, supongo. Me piro, lo dejo atrás y sigo ruta a Valle, entre la Vueltuca y la Vueltona, veo varios monumentos funerarios a varios automovilistas, pero estos son otros monumentos olvidados y no subvencionados. El marco en Cabuérniga siempre fue para el ganado, cada ganadería tenía su marco propio, personalizado, así sabías de quien eran el rebaño de tudancas, como el mismo que tienen las ganaderías de toro bravo. Hoy todo esto me hace que lo vea dentro de la naturaleza, pero completamente desnaturalizado. Arroz de jabalí y verduras Ingredientes: 200 g carne jabalí 1 cebolla 2 dientes de ajo 1 pimiento verde de freír ½ pimiento rojo aceite de oliva 400 g arroz grano largo fondo de carne 1 cucharadita de café de pimentón 50 g guisantes salsa de tomate pizca de tomillo Elaboración: Picamos la carne en trozos pequeños, reservar. Picamos finas las verduras, excepto los ajos, ponemos a sofreír en una cazuela con un poco de aceite, una vez pochado le añadimos la carne, rehogamos unos minutos, echamos el pimentón y mojamos con fondo de carne, rectificamos de sal y espolvoreamos con un poco de tomillo, cuando casi esté cocida le añadimos la salsa de tomate, dejamos cocer hasta que esté tierna. En una paella ponemos los ajos picados finos, agregamos un poco de aceite, cuando empiecen a tomar color le ponemos el arroz, dejamos hacer unos minutos y le añadimos la carne estofada, mojamos con caldo y dejamos cocer. Cocer a fuego vivo los primeros 5 minutos, después poner el fuego moderado, hasta que este el arroz en su punto. Probar unos granos de arroz para verificar el punto, retirar, y tapar 2 minutos con un trapo. Desde Rozalén: el Gastronómada

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